martes, 20 de enero de 2009

Probablemente Obama no existe

Tal vez sea pronto para desvelarlo. A tan solo dos horas de su coronación como presidente, seguramente nadie se lo creerá. Incluso los más descreídos con la política no querrán creerlo, porque Obama es la gran esperanza del mundo, el efecto mariposa de la ilusión, la encarnación del optimismo, la fuente del cambio. Sin embargo, aunque aun no existan autobuses anunciándolo por Londres o Madrid: PROBABLEMENTE OBAMA NO EXISTE. En EE.UU. hay un hombre de color (negro) con un gran carisma y una capacidad de comunicación sin precedentes. Un político con mucho coraje personal y apoyo económico, que ha conseguido movilizar a su país, que estaba sufriendo la peor crisis económica y de liderazgo. Se llama Barack Obama, pero no es el Obama en el que todos creemos. Generalmente a lo largo de nuestra vida solo vivimos unos cuantos hitos históricos y el de hoy va ha ser emocionante: Será el primer negro en presidir los EE.UU., un país que hace solo 40 años discriminaba a las personas con esa piel. Ayer se cumpliría el 80 cumpleaños de Martín Luther King, que luchó hasta la muerte por el derecho al voto, la no discriminación, y otros derechos civiles básicos. Cuatro años antes de su muerte, en su mítico discurso “I Have a Dream” auguró que en 40 años habría un negro en el Despacho Oval. Hoy es el día.
Hoy se produce otro hecho de trascendencia. Con la entrada de Obama se pone fin al mandato del peor presidente de la historia de los EE.UU., que además ha metido al mundo entero en un callejón del que veremos cómo salimos. Por eso, probablemente confundimos la alegría de que se vaya Bush, con la de que llegue Obama.

No quiero que se me identifique como Obamaescéptico, al revés, me encanta Obama, pero no ha demostrado ser tan "progresista" como los españoles creemos o queremos verlo. Nuestro desconocimiento de los EE.UU. nos impide comprender que la política estadounidense está privatizada. Con su sistema de financiación electoral es imposible que alguien contrario al establishment (poder económico establecido) pueda alcanzar el gobierno y que alguien que llega al gobierno pueda ser contrario al establishment.

Seguramente ese es el motivo por el que Obama nunca especificó en detalle lo que él quería decir al utilizar el término “cambio”. Seguramente será el mejor presidente desde hace décadas, pero no va a solucionar todos los problemas del mundo, ni siquiera los verdaderos problemas de los habitantes de su país:
- Un cambio del sistema de financiación electoral, eliminando la enorme influencia de los grupos de poder en la vida política del país (que espera el 74% de electorado).

- La universalización de derechos, como el de acceso a los servicios sanitarios (solicitado por el 68% de la población). Obama no ha incluido tal propuesta en su programa, aun cuando retóricamente habla de tal universalización. Si lo intenta, va a seguir teniendo enfrente a todos los grupos de presión que manejan la sanidad privada.
- El aumento de los derechos sociales y laborales (que espera 64% de los norteamericanos).

- El recorte del gasto público militar y su transferencia a áreas sociales (que ansía el 62% de los votantes). EEUU gasta un trillón de dólares al año en gasto militar, el 57% de los gastos disponibles del gobierno federal, ocho veces más que en educación, 4,5 veces más que en pensiones, catorce veces más que en vivienda, treinta y dos veces más que en formación profesional. El gasto militar es responsable de cinco millones de puestos de trabajo, un número que podría triplicarse si en lugar de gastarse en áreas militares se gastara en áreas sociales, tales como escuelas de infancia, servicios domiciliarios o servicios públicos de sanidad, que crean más empleo que los gastos militares.

¿Por qué en España no sabíamos que Obama, pese a haber sido erigido mundialmente como Patrón de la Esperanza, probablemente no existe?. Porque nuestros medios de comunicación no hacen más que repetir lo que dicen los medios norteamericanos, en su mayoría en manos del mismo establishment que ha favorecido, aunque al principio con reticencias, su meteórica carrera. Y porque Obama vende periódicos. Si, pese a la crisis, Obama vende. Causa furor dentro y fuera de EE.UU. Los medios han creado la Obamanía. Ohh!bama es un éxito. Ojalá lo sea también su política.

Probablemente Obama es un producto. Hoy muchos cines abren al mediodía para seguir en directo y en pantalla panorámica "The inauguration of Barack Obama". Ayer pude ver en el telediario los ensayos de esta superproducción que costará 75 millones. Ademas de los juguetes y peluches con su figura, se venden millones de refrescos, caramelos, zapatillas, ropa interior,donuts, etc. con sus símbolos. En la página de IKEA http://www.embracechange09.com/ puedes redecorar el Despacho Oval, por ahí empieza el cambio.

Obama es ya un icono de masas, un icono vivo, no como Cristo o el Che, por nombrar alguno. Ser un icono y estar vivo es una contradicción, por eso sostengo que probablemente Obama no existe. Suponiendo que nuestro Obama exista corre el riesgo de morir de éxito por no poder atender adecuadamente todas las expectativas generadas, lo que puede provocar la sensación de haber sido engañados (= mala publicidad +búsqueda de productos alternativos).

El Credo de Obama: durante la campaña Obama pedía a su electorado que crea, “no sólo en mi capacidad de traer el verdadero cambio a Washington, te estoy pidiendo que creas en tu capacidad de comenzarlo en ti mismo". Esa es la clave del cambio. La semilla del efecto Obama. Si crece no importará la supuesta improbabilidad de la existencia de Obama. El impacto del “Yes we can” es un efecto dominó que está haciendo brotar el espíritu de compromiso social y político entre jóvenes y colectivos de todo el mundo que hasta ahora vivían excluidos del sistema. De ellos, de nosotros, si que depende el cambio. ¿Podremos?.

Dentro de dos horas escucharemos un discurso histórico, durante años se hablara de las palabras que Jon Favreau, director de los speechwriters (redactores de discursos) ha diseñado para Obama. Con 27 años recién cumplidos, Favreau asegura que más allá de la política lo que le gusta es escribir. En cierta forma ahora está ayudando a escribir la Historia.

2 comentarios:

  1. Alfonso, gran artículo. Me gusta cómo escribes.
    Paso a recomendarlo en mi blog.
    Amigo, un abrazo.

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  2. Alfonso, buen artículo, que comparto en líneas generales. No soy "yankófobo" pero sí "yankiescéptico". Soy consciente que a lo largo de la historia la o las potencias hegemónicas, para bien o para mal, ejercen una atracción intelectoemocional similar a las planetarias. Pero si eres capaz de ver al rey limpio de perjuicio verás que está desnudo. De la misma forma, la democracia norteamericana hace tiempo que dejó de ser tal, y su liderazgo moral desapareció hace décadas, Bush solo le dió la puntilla. La economía norteamericana es similar a un queso "gruyere". El espectáculo de ayer pudo ser muy emocionante, pero que el oropel no impida ver la realidad: el "imperio" yanki va camino de convertirse en una "enana blanca". Un abrazo.

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