- Recibir postales de sitios que no conozco
- Bañarme en el mar y ver el fondo
- Jugar, bailar y hacer teatro, pero sobre todo reirme
- Dormirme acariciado por el sol
- Despegar, volar y aterrizar
- Esquiar
- Llorar en el cine
- Sentir un beso mientras duermo
- Hablar por la radio y ver publicadas mis notas de prensa
- Un buen abrazo, incluso en un mal momento
- El sabor de la albahaca fresca
- Encontrar un lugar escondido
- Recuperar un amigo olvidado
- Que me suban el sueldo
- Dormir acompañado y más abrazado
- Que me hablen en italiano y me entiendan en español
- Sentir un amor correspondido
- Visitar librerías y mercados de otras ciudades
- Recordar los sueños al despertar
- Pasear cogidos de la mano
- Pensar en cosas que me hacen Feliz
viernes, 22 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
Un pajeo junto al mar
"Venga tío, vamos a pajearnos por la playa" decían entre sí un grupo de cordobeses y cordobesas. Yo no salía de mi asombro ante la propuesta, la playa estaba repleta de familias y niños pero, por lo que se oía, el pajeo allí era lo más normal.
Tras el pajeo se les hizo tarde y se despidieron con urgencia para llegar pronto a sus ¿cajas?. Entonces comprendí lo que ya me empezaba a figurar, su pronunciación convirtió en orgía una simple caminata por la orilla.
En algunos pueblos del centro de Andalucía, entre Antequera y Córdoba, se "jejea", ni se "cecea" ni se "sesea", se cambian los sonidos de [s] y [z] por [g] o [j]. Pajearse por la playa es un placer
Tras el pajeo se les hizo tarde y se despidieron con urgencia para llegar pronto a sus ¿cajas?. Entonces comprendí lo que ya me empezaba a figurar, su pronunciación convirtió en orgía una simple caminata por la orilla.
En algunos pueblos del centro de Andalucía, entre Antequera y Córdoba, se "jejea", ni se "cecea" ni se "sesea", se cambian los sonidos de [s] y [z] por [g] o [j]. Pajearse por la playa es un placer
lunes, 4 de junio de 2012
Espérate a que llueva
Cuando el lago fue a contestarle, la nube ya no estaba, se la había llevado el viento.
Me imagino que, de haber respondido, el lago le habría dicho a la nube: "De dónde te crees que has salido tú, espérate a que llueva si no te enteras".
Esta historia y mi respuesta le habrían valido a mucho a los que años atras especularon con la burbuja del ladrillo.
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